jueves, 30 de diciembre de 2010

La lona de al lado

El hombre de la lona de al lado se parece al Tigre Acosta. Un Tigre Acosta petiso, con la misma sonrisa socarrona y el pulcro pelo blanco. Viejo, pero atlético. Cada vez que lo miro, me está mirando. Ya sé que no es el Tigre. El Tigre está siendo juzgado en Buenos Aires, lo vi en Comodoro Py en el banquillo de los acusados, y además es más alto, creo, aunque no lo sé con seguridad. Pero no puedo con esta mirada y esta sonrisa que asoma casi imperceptible en las comisuras. No puedo con un Tigre Acosta en mi playa en mi luna de miel. Le pido a Jota que mudemos la lona.