Sueño que Argentina y yo estamos en Europa, a punto de tomarnos el tren para ir a Bruselas. Le escribo a Ani que vamos para su casa. Bajamos del tren en una estación que se supone que es Bruselas, pero que desconozco. Es de noche. No sé cómo ir a lo de Ani y es mi exclusiva responsabilidad. Argentina está enferma.
Llegamos. No sé cómo, pero llegamos. La casa de Ani es un caserón antiguo y derruído. Ella y Martha se fueron pero igual nos podemos quedar. Es de día. Todo es blanco y tiene polvo. Decidimos tirar dos colchones angostos en el medio de un pasillo y dormir ahí. Más tarde descubro dos habitaciones, en dos puntas de la casa. No tienen muebles y están sucias de mugre y de polvo blanco del revoque que se cae. Argentina y yo esperamos algo en esa casa, no sé qué.
Hace 12 años
1 comentario:
Chicos, presten mucha atención a este sueño porque hoy mi analista dictaminó que era muy importante.
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