martes, 19 de abril de 2016

Recta final

Entramos en la recta de la verdad y la justicia, me escribe Pablo, mi abogado, y un poco me da risa porque ya no puedo tomarme en serio esas militonteces, pero otro poco me conmueve porque es sincero. Porque se ocupa de la causa -la causa judicial, quiero decir, no la Causa, es muy difícil distinguir mayúsculas y minúsculas cuando nos movemos en estos pantanos del paradigma punitivo. Porque conoce los hechos, porque siempre responde, porque jamás me dijo que algún día las cosas van a cambiar con mi hermano, porque maneja un delicado borde entre el respeto y la presión de ésa que ayuda a concretar cosas difíciles. Por todo esto, le permito que me escriba lo de la recta final de la memoria. Con Jota jodemos con que todo queda bien con "de la memoria". Por ejemplo, el viernes a la noche estuve en la banquina de la memoria. Jaqueca y vómito. Vamos a ahorrarle trabajo a los investigadores que nos leen y hagamos un link con el vomitar historia ya narrado. Otro chiste que tenemos con Jota es el de los juegos de la memoria. Por ejemplo, el "memotest de la memoria", donde hay que unir figuras y emblemas de la lucha por la memoria, la verdad y la justicia: pañuelo con pañuelo, Estela con Estela, León Gieco con León Gieco, Estela&Guido con Estela&Guido, Edificio Cuatro Columnas con Edificio Cuatro Columnas (acá estoy haciendo un chiste muy para el ghetto, sepan disculpar, la tentación es demasiado grande), bandera de H.I.J.O.S. con bandera de H.I.J.O.S., etc. Otro: el "dígalo con mímica de la memoria", donde hay que adivinar personajes, lugares o hechos históricos relacionados con los años 70 y el movimiento de derechos humanos. "Intento de copamiento del Regimiento de Formosa" es una de las difíciles. El otro día en el EAAF me pasé de lista jugando a la trivia de los desaparecidos (y acá no digo "de la memoria" porque me parece que no aplica, otro día profundizamos, o no). En mi afán por demostrar que sabía quién era cierta (NG) "Mafalda", dije el apellido antes de que B. (a quien había ido a acompañar) pudiera decir nada, y M. me clavó los ojos en los míos retándome tanto en silencio, tanto, que me sentí como cuando el maestro de tercer grado Osvaldo me puso el único regular en conducta que tuve en mi vida.
Ahora todo se explica con el juicio. Debo un artículo, el 2 de mayo empieza al juicio. Me olvidé de corregir una obra para una antología, el 4 de mayo declaro. 

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