Querido Juez Rafecas:
Te recontra agradezco la detención de Graffigna y espero que le agarres el gustito y sigas por toda la patota de la RIBA, rápido no sea cuestión que se profuguen, que además de un peligro es un verbo repudiable desde el punto de vista estético.
Aprovecho para contarte una historia muy emocionante protagonizada por la pequeña huérfana que fui mucho antes de ser la heroica querellante de hoy. No tendría más de seis o siete años cuando le expliqué a mi abuela Argentina que mis papis estaban muertos. Mi razonamiento era sencillo: si estuvieran vivos me vendrían a buscar, le dije. Yo sé que vos imputás por privación de la libertad, es la que te cabe y te lo recontra mil agradezco para empezar, pero fijate, si yo pude deducir que los habían matado siendo tan chiquita, vos también podés. El desafío de imputar al mismo tiempo por desaparición forzada y por homicidio, es para vos. Sé que es una contradicción, pero todo es una gran contradicción en el mundo de la desaparición forzada, es su gracia.
Te mando un abrazo y ojalá pronto me puedas decir dónde están, qué les hicieron, quién, cuándo, esas cosas que no dejan vivir.
Tuya siempre,
Princesa Montonera.
Muy pronto nuevas presiones sobre la Justicia, esta vez sobre el fuero civil y la querida Sala F de la Cámara de Apelaciones.
Te recontra agradezco la detención de Graffigna y espero que le agarres el gustito y sigas por toda la patota de la RIBA, rápido no sea cuestión que se profuguen, que además de un peligro es un verbo repudiable desde el punto de vista estético.
Aprovecho para contarte una historia muy emocionante protagonizada por la pequeña huérfana que fui mucho antes de ser la heroica querellante de hoy. No tendría más de seis o siete años cuando le expliqué a mi abuela Argentina que mis papis estaban muertos. Mi razonamiento era sencillo: si estuvieran vivos me vendrían a buscar, le dije. Yo sé que vos imputás por privación de la libertad, es la que te cabe y te lo recontra mil agradezco para empezar, pero fijate, si yo pude deducir que los habían matado siendo tan chiquita, vos también podés. El desafío de imputar al mismo tiempo por desaparición forzada y por homicidio, es para vos. Sé que es una contradicción, pero todo es una gran contradicción en el mundo de la desaparición forzada, es su gracia.
Te mando un abrazo y ojalá pronto me puedas decir dónde están, qué les hicieron, quién, cuándo, esas cosas que no dejan vivir.
Tuya siempre,
Princesa Montonera.
Muy pronto nuevas presiones sobre la Justicia, esta vez sobre el fuero civil y la querida Sala F de la Cámara de Apelaciones.
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